martes, 16 de abril de 2013

Las mejores frases de Orgullo y Prejuicio: Capítulos 25 y 26. Más avisos sobre Wickham, y la boda de Charlotte y Collins; PP's besto quotations: Chapts. 25&26: more warnings on Wickham and Charlotte's wedding.


Capitulo 25 La visita de los tios Gardiner, la boda de Charlotte y un nuevo aviso sobre Wickham.

Llegan los tíos Gardiner para Navidad, y Lizzy y su tía se dedican a hacerse confidencias. La tía se entera de que han estado a punto de tener dos bodas… y que todo quedó en agua de borrajas.

(Sra. Gardiner a Lizzy) Un hombre joven, tal y como describes al Sr. Bingley, puede enamorarse
fácilmente de una muchacha guapa durante unas semanas y, cuando ocurre alguna eventualidad que les separe, olvidarse fácilmente de ella. Este tipo de incoherencias suele ser muy frecuente.

Lizzy no lo lo atribuye a las casualidades de la vida, sino que apunta directamente al entorno de Bingley…

(Lizzy a la Sra. Gardiner) No estamos sufriendo por casualidad. No suele ocurrir que la interferencia de los amigos persuada a un hombre joven de fortuna independiente le lleve a dejar de pensar en una muchacha de la que se había enamorado ardientemente tan solo unos días antes.

La Sra. Gardiner es un poco de sabiduría…

(Sra. Gardiner) “enamorado ardientemente”… es un término que a menudo se aplica tanto a sentimientos que surgen a la media hora de conocerse, como a una auténtica y firme vinculación.

Lizzy le explica entonces a su tía la conducta de Bingley con Jane: ojos solamente para ella, no hablar con nadie, hacer feo a otras mujeres sin sacarlas a bailar y dedicado solamente a Jane…

(Lizzy) ¿No es acaso la auténtica esencia del amor el ser algo maleducado con todo el mundo?

Pues sí, razón no le falta. Pero, además, a la tía Gardiner no le gusta nada lo que está viendo entre Lizzy y Wickham…

(Sra. Gardiner sobre Lizzy and Wickham) La Sra. Gardiner, a quien los cálidos comentarios de Elizabeth le había hecho levantar sospechas, se dedicó a observarlos atentamente a ambos…. La preferencia que tenían el uno por el otro era lo suficientemente evidente como para que la hiciera sentir incómoda… y decidió… hablar con ella sobre la  imprudencia de alentar una relación como
esa.

Capítulo 26

La tía Gardiner, otra más en la lista, previene a Lizzy sobre su relación con Wickham

(Sra. Gardiner a Lizzy) Lizzy, eres una chica demasiado sensata como para enamorarte tan solo por que alguien se oponga a tu relación. Por lo tanto, no tengo nada que temer si te hablo abiertamente. Y te hablo completamente en serio cuando te digo que no bajes la guardia.

En realidad, la tía Gardiner, que había tenido la oportunidad de ver a Wickham en varias ocasiones durante su visita, se refería más a la precaria situación económica de Wickham, que a sus (fraudulentos) encantos, que le convertían en un candidato poco aconsejable, especialmente teniendo en cuenta la situación de Lizzy.

(Sra. Gardiner a Lizzy) Admiramos tu sensates, y todos esperamos que la utilices.

A Lizzy no le queda más que el derecho a réplica… por cierto, muy interesante…

(Lizzy sobre Wickham) Por ahora no estoy enamorada del Sr. Wickham. No, de verdad que no lo estoy. Pero, más allá de toda comparación, se trata del hombre más agradable que haya conocido nunca.

Una de cal y otra de arena….

(Lizzy) todos los días tenemos la ocasión de contemplar cómo la gente joven rara vez se echa atrás en sus compromisos como consecuencia de la falta de una posición económica afortunada. Así que, ¿cómo puedo prometer que yo vaya a ser más sabia que tantos de mis coetáneos en caso de que llegara a ser tentada, o cómo podría llegar a saber que resistirse es realmente un acto de sabiduría?

¡Toma ya! Lizzy le está adelantando a su tía que, en caso de que la cosa progresara, podría ser sabia, o podría no serlo, como tantos otros de sus colegas de generación.

(Lizzy) Todo lo que puedo prometerte, por lo tanto, es que no me dejaré llevar por las prisas.

O sea, que sí que le gustaba Wickham, y mucho. Pero, más que sabia estaba siendo prudente. Wickham estaba siendo maravilloso con ella, pero no había dado ningún paso más significativo. Si lo hubiera dado, quién sabe, quién….

(…) Se marcharon una vez que Elizabeth le agradeció por la amabilidad de sus consejos, y por haberle proporcionado un momento tan agradable sobre un asunto tan delicado, sin provocar su resentimiento.

Es que la tía Gardiner era muy asertiva, educada e inteligente.

El siguiente asunto en estos capítulos es la boda de Charlotte con Collins. Charlotte le suplica a su amiga que, una vez instalada en Hunsford no deje de escribirla ni de visitarla.

(Charlotte y Collins) La boda tuvo lugar; la novia y el novio partieron hacia Kent desde la puerta de la iglesia.

Y los tíos Gardiner se marchan a Londres con Jane, para que cambie de aires y se recupere del disgusto. Escribe a su hermana Lizzy con frecuencia, y la pone al día de su relación con los Bingley…

(Jane) Me esforzaré para desterrar cualquier pensamiento doloroso, y centrarme solamente en aquellas cosas que me hacen feliz.

Por cierto, con tanta teoría sobre la felicidad que hay hoy en día, lo que acaba de hacer Jane es exactamente lo que hay que hacer.

(Lizzy sobre Bingley) … realmente esperaba que pronto se casara con la hermana del Sr. Darcy pues, por lo que le había contado Wickham, ella se encargaría de hacerle arrepentirse ampliamente por lo que había despreciado…

¿Lo que le había dicho Wickham? Qué poca vergüenza Wickham… hacía muy poco había intentado violentar y aprovecharse de la fortuna de Georgiana, y ahora la ponía verde. Y Lizzy entrando al trapo… su sensatez le sirvió de poco para prejuzgar a una pobre chica inocente, tan solo porque un cantamañanas al que acababa de conocer y que era presuntamente encantador, la había puesto de vuelta y media. ¡Pobre Georgiana!

Sin embargo, Wickham pronto cambió el objetivo de sus afectos. Su olfato depredador había detectado dinero fresco y sus antenas le llevaban, ya, lejos de Lizzy… y así se lo contó a su tía.

(Lizzy sobre Wickham) Ha cesado su aparente parcialidad, ya se han terminado sus atenciones, y se ha convertido en el admirador de otra persona.

Come on, Lizzy….

(Lizzy) Su corazón se había quedado ligeramente tocado, y su vanidad quedó satisfecha con el pensamiento de que ella habría sido su primera opción si su fortuna lo hubiera permitido…. La repentina adquisición de diez mil libras era el encanto más destacable de la jovencita a la que estaba dedicando su amabilidad.

Pues menos mal que Lizzy no tenía un duro, pues Wickham habría pegado con ella el típico braguetazo y ella todavía estaría convencida de que la elegía porque se habría enamorado de su persona…. ¡ingenua Lizzy!

A pesar de esta amoralidad en una persona tan recta y sensata como Lizzy, encima lo justifica. Es normal buscar en la pareja el bienestar económico, se sea hombre o mujer (¡oh, cielos! ¿pero qué tipo de pensamiento es éste?)

(Lizzy)… nada podría ser tan natural… y tan solo puedo desearle que sea muy feliz….

Pues Lizzy, a ver que lo entienda: criticas a tu amiga Charlotte precisamente por haber hecho lo mismo que estaba haciendo Wickham, anteponer la cuestión económica a la afectiva. Sin embargo, en Charlotte le parece ofensivo, y en Wickham le parece fenomenal. ¿Resulta que Lizzy no ha salido machista?¿o cegata perdida?

Sigue justificándolo, a ver si se cree que realmente no le ha dolido tanto que la hayan dado de lado…

(Lizzy)… si yo hubiera realmente experimentado esa pasión tan pura y tan elevada…

Mentirosilla…. ¡qué humillante es a veces no tener dinero!.... Pero, en tu caso, Lizzy, fue tu salvación…


Chapter 25

(Mrs. Gardiner to Lizzy) A young man, such as you describe Mr. Bingley, so easily falls in love with a pretty girl for a few weeks, and when accident separates them, so easily forgets her, that these sort of inconsistencias are very frequent.

(Lizzy To Mrs. Gardiner) We do not suffer by accident. It does not often happen that the interference of friends will persuade a young man of independent fortune to think no more of a girl whom he was violently in love with only a few days before.

(Mrs. Gardiner) “violent love”… it is often applied to feelings which arise from a half-hour’s acquaintance, as to a real, strong attachement.

(Lizzy) Is not general incivility the very essence of love?

(Mrs. Gardiner on Lizzy and Wickham) Mrs. Gardiner rendered suspicious by Elizabeth’s warm commendation, narrowly observed them both… their preference of each other was plain enough to make her a little uneasy… she resolved… to represent to her the imprudente of encouraging such an attachment.

Capítulo 26

(Mrs. Gardiner to Lizzy) You are too sensible a girl, Lizzy, to fall innove merely because you are warned agains it; therefore, I am not afraid of speaking openly. Seriously, I would have you be on your guard.

(Mrs. Gardiner to Lizzy) You have sense, and we all expect you to use it.

(Lizzy on Wickham) At present I am not in love with Mr. Wickham; no, I certainly am not. But he is, beyond all comparison, the most agreeable man I ever saw.

(Lizzy) since we see every day that where there is affection, young people are seldom withheld by immediate want of fortune from entering into engagements with each other, how can I promise to be wiser than so many of my fellow creatures if I am tempted, or how am I even to know that it would be wisdom to resist?

(Lizzy) All that I can promise you, therefore, is not to be in a hurry

(…) Elizabeth having thanked her for the kindness of her hints, they parted; a wonderful instant of advice being given on such a point, without being resented

(Charlotte and Collins) The wedding took place; the Bride and bridegroom set off for Kent from the church door

(Jane) I will endeavour to banish every painful thought, and think only of what will make me happy

(Lizzy on Bingley) she seriouesly hoped he might really soon marry Mr. Darcy’s sister, as by Wickham’s account, she would make him abundantly regret what he had thrown away

(Lizzy on Wickham) His apparent partiality had subsided, his attentions were over, he was the admirer of some on else.

(Lizzy) Her heart had been but slightly touched, and her vanity was satisfied with believing that she would have been his only Choice, had fortune permitted it… the sudden acquisition of ten thousand rounds was the most remarkable charm of the young lady to whom he was now rendering himself agreeable.

(Lizzy)… nothing could be so natural… and could very sincerely wish him happy

(Lizzy)… had I really experienced that pure and elevated passion…

(Lizzy) Importance may sometimes be purchased too dearly.


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