jueves, 29 de noviembre de 2012

29 Noviembre 1812. Carta de Jane a su amiga Martha Lloyd. Egerton ha comprado Orgullo y Prejuicio.

This entry is a translation of a letter by Austen to Martha Lloyd in 29th November 1812, when Pride and Prejudice was sold. It was done by Mila for HablandodeJane. You can read the original in this site of the University of Virgina, here.



Hoy hace doscientos años, Jane escribía a su amiga Martha Lloyd, que se encontraba en Kintbury cuidando de su amiga, la Sra. Dundas (ya hablamos de ella y de sus famosas galletas). Aunque al final se despide de Martha deseándole su pronta recuperación, el hecho fue que falleció dos días después, el día 1 de Diciembre.
Por fin, Jane habla de Orgullo y Prejuicio. Al contrario de lo que pasó con S&S, de la que se guardó el más absoluto de los silencios, tanto en familia como fuera de ella, de O&P al menos tenemos esta mención.
La familia se prepara para las Navidades: regalos, pavos, donativos a los pobres,… Jane parece estar de mucho mejor humor que en algunas de las cartas anteriores, especialmente en la etapa inmediatamente posterior a Bath, y volvemos a ver sus rasgos irónicos y sus ganas de chinchar.
Están tranquilas: han recibido la visita de su hermano Edward rodeado de sus dos hijas y su sobrina… y poco más.
A pesar de esta aparente tranquilidad, es de suponer, y no andar muy desacertados, que el corazón de Jane debía de estar agitado, emocionado… y expectante. Pronto, muy pronto, su segundo “bebé” vería la luz… ¡y qué bebé!
Carta de Jane a su amiga Martha Lloyd  (Jane tenía 36 años)
Domingo 29 y Lunes 30 de Noviembre de 1812
De Chawton a Kintbury
Mi querida Martha:
Tendré la delicadeza de no contar las líneas de tu última carta, pues me has obligado a tener que agachar la cabeza. No obstante, te estoy realmente agradecida y, aunque por lo general es mucho más divertido tener algo que reprochar que de agradecer, ahora mismo no tiene importancia.
Nos alegrará tener noticias siempre que te sea posible escribir, y podemos hacernos perfectamente a la idea de que el tiempo que puedas dedicar a la escritura probablemente sea escaso en medio de tantas tareas difíciles, comprometidas y útiles a las que te estás dedicando ahora. Está en tu naturaleza hacer el bien, y ahora mismo tienes una gran oportunidad tanto para dichas tareas como para atender a niños pequeños. Los cuidados mentales que has estado administrando últimamente llevan impreso un sello que va más allá de cualquier obra de caridad común, y espero que una bendición permita seguir atendiéndolos.
Me alegro de que estés bien y confío en que te asegures de que así sea mientras sigas tan ocupada como hasta ahora. Sin embargo, tengo la esperanza de que tu salud pueda pasar la prueba que supone el transcurso de días más corrientes, y que puedas marcharte de Barton cuando llegue la Sra. D.D.
No había capas de las que ya están listas para llevar en Alton que nos valieran, pero Coleby va a encargarse de conseguirnos una dentro de unos días.  Será de lana gris y costará diez chelines. Espero que te guste.
Sally ya conoce tus amables intenciones y ha recibido tu mensaje. Como respuesta, hemos decidido entre las dos que te agradezca como corresponde por tu bondad, y tiene la intención de ser una buena niña. Se me ha olvidado preguntarle si quiere algo en particular, aunque no hay ninguna deficiencia aparente, y está muy limpia y aseada. Pronto compraremos el percal para su madre.
Hemos estado bastante solas, a excepción de la visita de la Srta. Benn el miércoles desde las 12 de la mañana, momento en el que Edward y su harén (sus hijas Fanny y Lizzy, y su sobrina Mary Deeds) se marcharon por la puerta. Hemos sabido que llegaron bien y felizmente a Winchester. Lizzy agradeció mucho tu mensaje, pero le tocó la habitación pequeña. Como su padre tenía prioridad para elegir, y está acostumbrado a tener un dormitorio muy amplio en casa, lógicamente prefirió la amplitud de tu cuarto. Creo realmente que la visita fue muy agradable para las dos partes. Parecían afectados de verdad por tener que marcharse, aunque parte de esa tristeza podría también atribuirse a la aversión de lo que tenían ante sí. Sin embargo, el tiempo les ha sido favorable, y espero que la visita a Steventon haya sido mejor de lo que esperaban.
Tenemos razones para creer que ya se ha realizado el cambio de nombre, pues tenemos que reenviar una carta al Caballero Edward Knight de parte del abogado que está gestionando sus asuntos. Tengo que aprender a escribir mejor las Ks.
Es probable que nuestra próxima visita sea la de William (hijo de Edward) desde Eltham, camino a Winchester, ya que el Dr. Gabell prefiere que vaya antes de las fiestas, aunque solamente pueda ser durante una semana.
Si la Sra. Barker sigue teniendo curiosidad sobre las Srtas. Webb, hazle saber que vamos a invitarlas para el martes por la tarde. Y también al Capitán y a la Sra. Clement, y la Srta. Benn. La Sra. Digweed ya está confirmada. “¿Y por qué no el Sr. Digweed?”, dirá inmediatamente la Sra. Barker. A eso puedes responder que el Sr. Digweed estará el martes en Steventon cazando conejos.
Las cuatro líneas sobre la Srta. Wallop que te envié eran todas mías, pero luego James sugirió algo que me pareció bastante mejor y como tal se ha quedado en la edición de Steventon.
O&P se ha vendido. Egerton me ha pagado 110 libras por él. Yo hubiera preferido 150, pero no se podía dar satisfacción a los dos. No me sorprende en absoluto que no eligiera aventurarse tanto. Espero que el hecho de que se haya vendido le evite más molestias a Henry y, por lo tanto, para mí sea una buena noticia. El dinero se pagará al final de cada año.
En ocasiones has expresado tu deseo de hacer algún regalo a la Srta. Benn. Cassandra y yo pensamos que algo así como un chal que pueda echárselo por encima de los hombros cuando esté en casa y haga frío, podría serle útil, pero no debe de ser muy bonito o, si no, no se lo pondrá. Su estola de piel ya está bastante desgastada.
Si no vuelves a tiempo para enviarme tu misma el pavo, tendremos que molestarte de nuevo para pedirte la dirección del Sr. Morton, o como siempre, no podremos corresponderle. Está empezando a convertirse en una especie de gesto de vanidad por nuestra parte el no llegar a saber nunca con certeza la dirección correcta del Sr. Morton.
Estamos empezando a ocuparnos con otra tarea de Navidad que resulta casi tan agradable como tener que comer el pavo. Vamos a dar el dinero de Edward a los pobres y la suma que va a pasar por nuestras manos este año es bastante considerable, pues la Sra. Knight legó veinte libras a la parroquia.
El estado de tu sobrino William parece ser bastante alarmante. Mary Jane (Fowle), de la que tuve noticias el otro día, escribe sobre él de una forma muy precupada. Espero que su padre y su madre también lo estén.
Cuando veas a la Srta. Murden, dale nuestro cariño y mejores deseos, y dile que lamentamos mucho tener con tanta frecuencia noticias que se refieren a ella como una inválida. Espero que la pobre Sra. Stent no sea una molestia para nadie durante mucho más tiempo.
Me imagino que todos los que estáis en buenas condiciones para poder observar, estaréis dando vuestras opiniones sobre la Sra. John Butler, y la cuestión espinosa es si “¿es guapa o no lo es?”.¡Mujer afortunada, por ser el centro de atención de todo el vecindario como la novia de un jóven tan simple y con la cara tan sonrosada!
Lunes.-
Hoy es un día húmedo, malo para Steventon. Creo que Mary Deedes caerá bien por aquí, pues es tan perfectamente poco afectada y con un carácter tan dulce que, aunque está preparada para gustar tanto com Fanny Cage, se entretiene menos con superlativos y arrebatos.
Te ruego les pases nuestros mejores deseos a la Sra. Dundas y dile que esperamos tener prontas noticias de su completa recuperación.
Tuya afectuosamente.
Nota: la traducción la ha realizado la autora del blog "Hablando de Jane Austen" (www.hablandodejaneausten.com), no con objeto literario, sino por el contenido del estado físico y/o anímico de Jane Austen, por lo que es susceptible de mejoras en el estilo, la interpretación o la traducción de algunos términos.
Fuente: Le Faye, D. (1995), Jane Austen’s Letters, Ed. Oxford University Press

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